Resulta del caso de una pareja en matrimonio y mal entendimiento que acaba en divorcio -como de tantos casos es pródiga la actualidad- y tras intervenir Protección de Menores de la Xunta, a instancias del Colegio en el que estaban los dos hermanos de madre, por entenderlos en situación de desamparo y cuando la guardia y custodia fuera otorgada provisionalmente a la madre.

De modo dispar se devuelve el hermano mayor a su padre, pero no se hace lo mismo con Lucas, el menor .Se olvida que tiene familia paterna, y retiene en contra de toda razón (ocupando vacante subvencionada) y olvidando a padre y abuela -que por separado o conjuntamente -visibilizan condiciones de atenderlo puntillosamente y con garantías de todo tipo que para nada contempla su vida en el hospicio.Comprendemos que para nada el padre esté de acuerdo con la arbitrariedad de la disposición institucional, y dolido con ella. Y más dolido con el maltrato que supone para su hijo. Que le ocupa, y le preocupa.

Como a los vecinos en general, conocedores del caso y de lo que a la humana condición afecta, y por ello como humanos alarmados. ¿Pretende Protección de Menores de la Xunta, perjudicar la vida del niño para castigar la hostilidad del padre al trato que irregularmente se hace padecer a su hijo?

Eso es lo que evidencia la situación, así como los tendenciosos y malintencionados comentarios que se vierten en escritos oficiales sobre su padre, en base simplemente a su irreductible percepción del impropio y mal trato institucional que personas con nombre y apellido-encaramadas en las instituciones- no vacilan en hacerle soportar a su hijo. Fabricando deficiencias paternas que los vecinos de toda la vida, que quienes le conocemos de toda la vida, no reconocemos. Protección de Menores de la Xunta, reconoce -no le cabe otra cosa- la magnífica relación existente en todo momento, entre padre e hijo. Y por extensión a la abuela, de la familia paterna con el niño. Basa la retención -y maltrato real al niño que ello supone- en el mal entendimiento entre el padre y ellos mismos. ¿Necesitan los padres de este país el certificado de idoneidad de la Xunta, para acceder a la Patria Potestad....? ¿Cuando la perdió el vecino Roberto? A tenor de los datos incontestables esgrimidos por ellos mismos, están los vigilantes de los encuentros de Roberto con su hijo, en condiciones de intervenirles la conversación como lo hacen dejando en entredicho a Roberto ante su hijo desde disparate didáctico evidente? Más , a más ... ¿ cuál es el bien superior a preservar por encima de todo?. Lo están haciendo los supuestos Protectores de Menores en este caso y sus evidencias...? ¿A qué se dedican habitualmente , estos ciertos? ¿Nos sorprenden? ... ¡Que pasa con ellos!... ¡Cuales son los resultados!...

La problemática entre Roberto -padre - y sus cuestionables vigilantes... que no, no existirían con el niño secuestrado, fuera del negocio